La decisión del presidente Alberto Fernández de nombrar a Sergio Massa al frente de una cartera de Economía reunificada constituye «una nueva etapa del Gobierno», según palabras del propio mandatario, que fortalece la coordinación del equipo económico mientras incorpora volumen político y prioriza la unidad del Frente de Todos.
Los cambios en el Gabinete y la reorganización de las áreas que desde el miércoles regresaron a la órbita del Palacio de Hacienda se produjeron tras un acuerdo manifiesto de las «tres patas» de la coalición de Gobierno: el albertismo, el kirchnerismo y el Frente Renovador.
Sobre la necesidad de actuar coordinadamente y con la aceptación de todos los sectores de la coalición, el jefe de Estado había destacado el lunes, en la asunción de Mercedes Marcó del Pont en Asuntos Estratégicos, que «lo más importante» es «poder hacer en unidad» las acciones que sean necesarias ante la coyuntura económica.
«Lo más importante es que podemos hacerlo en unidad, es un dato no menor», remarcó hace cinco días antes de tomarle juramento a Marcó del Pont, y valoró como «muy valioso» que el Frente de Todos «haya encontrado un camino para seguir trabajando juntos».
El mismo planteo lo reiteró el viernes, al hacer un discurso durante un acto en la localidad santafesina de Cañada de Gómez, donde se reactivó el ramal ferroviario entre esa localidad y la ciudad de Rosario tras 45 años de abandono y paralización del servicio.
«Debemos unirnos más que nunca, y cuando hablo de unidad no hablo solo de la unidad de nuestros compañeros del Frente de Todos, por cuya unidad luché y lucharé siempre, pero creo que debemos dar un paso más en la unidad de los argentinos, para que entendamos que tenemos una gran oportunidad y no debemos desperdiciarla», sintetizó.
Por otro lado, el martes pasado Massa y el diputado Máximo Kirchner compartieron una foto con la diputada Cecilia Moreau en la asunción de la flamante titular de la Cámara de Diputados, una postal en la que posaron también la esposa del ministro de Economía y titular del directorio de Agua y Saneamiento Argentinos (AySA), Malena Galmarini, y el titular del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable, Ariel Sujarchuk.
Un día antes, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió con Massa en su despacho del Senado de la Nación, y luego la cuenta oficial de Twitter de la Cámara alta posteó una foto del encuentro.
No obstante, desde la oficina de prensa de la Vicepresidenta indicaron que las reuniones entre la titular del Senado y el ministro de Economía «son más que habituales», por lo que el encuentro «no es ninguna novedad».
En ese encuentro se habló «de los desafíos que tiene la Argentina hacia adelante y de los planes de gestión del futuro ministro», añadieron.
En este contexto, Fernández subraya que esa unidad les «sirve a todos», no solo a sus protagonistas dentro de la coalición oficial sino también a «a toda la sociedad argentina» y «a la democracia», ya que «el ruido político no ayuda, y muchos menos en contextos tan complejos, de tanta incertidumbre global», analizan cerca del mandatario.
En esa línea, el diputado nacional Leandro Santoro (FdT-CABA) dijo a Télam que con la llegada de Massa al Gabinete «se empieza a sentir un cambio de expectativa, en el ‘círculo rojo’, en los mercados, y también en un sector de la sociedad».
Para Santoro, eso «va a ayudar muchísimo a quebrar la inercia inflacionaria, que mejore la recaudación y la acumulación de reservas, equilibrando la macroeconomía y que finalmente eso se vaya sintiendo rápidamente en el bolsillo de la gente».
En paralelo a la reorganización del Gabinete, Fernández -que en 2022 además ejerce la presidencia pro-témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)- retomó su actividad diplomática internacional, tras partir el viernes hacia Bogotá, dónde llegó este sábado, para participar el domingo de la asunción presidencial de Gustavo Petro, el primer dirigente de izquierda en ocupar la jefatura de Estado en la historia de Colombia.
Allí, Fernández tendrá su primer encuentro bilateral con Petro y mantendrá también reuniones con otros dos mandatarios extranjeros que viajarán para la asunción, como la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y de Bolivia, Luis Alberto Arce.
Castro, esposa del exmandatario hondureño Manuel Zelaya, se había reunido con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en Tegucigalpa en enero último, en el marco de la asunción presidencial de la mandataria centroamericana.
En cuanto a la relación con Estados Unidos, en el Gobierno aseguran -tanto a través de Cancillería como del embajador argentino en Washington, Jorge Argüello- que está reconfirmada «en fecha a definir» la reunión bilateral entre Fernández y su par estadounidense Joseph Biden, aplazada desde el 26 de julio pasado por un test positivo de Covid del mandatario norteamericano, indicaron a esta agencia fuentes oficiales.
Si bien la reunión bilateral se había pautado el 1° de junio, casi dos meses antes lo estipulado, y a que Biden está afectado nuevamente de Covid, se evaluarán de todas formas otras fechas que puedan estar disponibles antes de la reunión anual de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La 77° de la Asamblea General de la ONU está convocada, como todos los años, para el mes de septiembre; este año se desarrollará entre el 20 y 26 de ese mes, en la ciudad de Nueva York, donde se prevé que participen más de 190 líderes y delegados mundiales, entre ellos jefes de Estado y jefes de Gobierno.
El equipo de Massa
En tanto, Massa ya conformó al equipo de sus principales colaboradores aunque todavía debe resolver la situación de dos áreas significativas, como la Secretaría de Política Económica -en la práctica casi un viceministerio- y la de Energía, bajo cuya órbita quedará la aplicación de los nuevos criterios establecidos para la segmentación de los subsidios al consumo de electricidad y gas.
Como se sabe, Massa es un abogado egresado de la Universidad de Belgrano con más volumen y experiencia política que antecedentes académicos en materia económica, como sí los tienen sus antecesores Martín Guzmán y Silvina Batakis, de perfiles más técnicos.
Massa se rodeó de un amplio staff económico para llevar adelante las políticas fiscales, monetarias, energéticas, de búsqueda de financiamiento y productivas que el Gobierno cree necesario para esta etapa de la gestión, entre las que destaca el retorno de Raúl Rigo como secretario de Hacienda y la designación de Eduardo Setti en Finanzas; un nombre que impactó y produjo algunas incomodidades fue el de Daniel Marx, que se incorpora -en su caso- como asesor en temas de deuda.
En otras secretarías del Ministerio se suman, también, otros funcionarios de perfiles variados pero con el rasgo común de la experiencia en el trato cotidiano con los sectores económicos.
Se trata de Jorge Neme en Planeamiento del Desarrollo y Competitividad Federal; Matías Tombolini, en Comercio; Juan José Bahillo en Agricultura; y José Ignacio de Mendiguren en Producción, estos dos últimos en despachos que reemplazan a los disueltos ministerios de Agricultura y Desarrollo Productivo.
Entre sus primeras medidas, Massa anunció cuatro pilares básicos consistentes en ordenar el gasto público, recuperar reservas, mejorar el perfil exportador y promover la inclusión social.
El ministro ya tiene agenda confirmada para los próximos días: el miércoles 10 de agosto anunciará los porcentajes de aumento de la movilidad jubilatoria junto a la titular de la Anses, Fernanda Raverta; al día siguiente convocará a la Confederación General del Trabajo (CGT) y a las cámaras empresariales para definir una actualización de los salarios privados; mientras que el 15 comenzará la auditoría de los planes sociales.